19 nov 2009 1:08 p. m.

Agua y Montaña que rompen la sabana

La noche nos aguarda y si al final de nuestro anterior relato comentábamos que sentíamos un ligero fresco en nuestros cuerpos, la noche para algunos fue terrorífica. La diferencia radicaba en la calidad de los sacos de dormir.
Algunos de los expedicionarios no pegaron ojo debido al intenso frío (unos 0 grados). Se agradeció al amanecer el desayuno y un pequeño traking camino del Monte Kenia (más de 5000 metros de altura). Fue un paseo de unas tres horas en las que nos cruzamos con bufalos, Bush Buck (antilope de bosque), un grupo de colobos de cara blanca y descubrimos y analizamos excrementos de Leopardo, algunos incluso de esa misma mañana.

La tercera etapa del viaje por tierras Keniatas era larga, pero merece la pena. El espectacular Lago Baringo nos recibe al atardecer.



Justo el momento en que los cocodrilos buscan las profundidades del agua y los hipopotamos se preparan para su festín nocturno diario.



Es impresionante verles salir de las aguas para pastar. Y mucho más impresionante sentirle a nuestras espaldas, a unos 15 metros mientras cenamos en el campamento.

Esta noche será diferente para todos. Se nos ofrece la posibilidad de dormir en cabañas con baño. Ninguno desaprovechamos la oportunidad. Un baño reparador y sumamente placentero. Perfecto en el ecuador de nuestro viaje. Y nunca mejor empleada la expresión, ya que entre Monte Kenia y el Lago Baringo artravesamos esa línea geográfica que divide el hemisferio norte del sur.

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