29 jun 2011 9:30 a. m.

El Serengeti, salvado

La mayor migración de mamíferos del mundo (con permiso de la recién descubierta en el Sudán del Sur, que se creía desaparecida desde hace 25 años) seguirá existiendo. Ezekiel Maige, ministro de Recursos Naturales y Turismo de Tanzania, ha enviado una carta al director del Centro del Patrimonio Cultural de la UNESCO, en París.

El texto anuncia que el Gobierno de ese país no va a construir una carretera asfaltada que partiría en dos el Serengeti e impediría la migración de alrededor de 1,2 millones de ñus, 200.000 cebras y medio millón de gacelas, y que además abriría todavía más ese parque nacional y la reserva de Masai Mara, en Kenia, al furtivismo. Eso a su vez pondría en grave peligro la supervivencia de los 3.000 leones de la región- que suponen más del 10% de la población mundial de esa especie- y de más de 50 rinocerontes negros, una especie de la que que apenas quedan 3.500 ejemplares en libertad.

El inesperado cambio de opinión de Maige llega apenas dos semanas después de que Estados Unidos, uno de los principales aliados de Tanzania, expresara su oposición al proyecto de carretera. La oposición de Washington a la carretera fue incluso planteada por la secretaria de Estado de EEUU, Hillary Clinton, en su visita a Tanzania la semana pasada.

Oposición internacional

EEUU no ha sido el único país que ha rechazado el proyecto. El Gobierno alemán llegó al extremo de ofrecer la financiación necesaria para construir una red de carreteras locales en la región de Loliondo- al Este del Serengeti, entre el parque y el cráter de Ngorongoro- y el Banco Mundial propuso al Gobierno tanzano, aunque no de forma pública, aportar los fondos para una carretera que al norte de Masai Mara y que, por tanto, interrumpiría otras migraciones de ñus (esencialmente la que se produce entre las llanuras de Loita y Masai Mara) pero no la del Serengeti.

La tensión entre el Banco Mundial y el Gobierno tanzano llegó a tal extremo que la institución prohibió a sus funcionarios hablar con los medios de comunicación de la carretera, aunque fueran comentarios a título personal. El Gobierno de Kenia también ha censurado el proyecto, ya que supondría dejar Masai Mara la reserva más visitada de ese país y una de sus principales fuentes de divisas sin animales.

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27 jun 2011 11:09 a. m.

Biogás y abono con excrementos humanos en Tanzania

El constante deterioro de la calidad del suelo y la falta de un saneamiento adecuado en la región de Kagera (Tanzania) llevó a la ONG Ingenieros sin Fronteras y a varios alumnos del Departamento de Edafología de la Universidad Técnica de Alemania a diseñar y aplicar el proyecto Carbonization as Sanitation (CaSa). Básicamente, han desarrollado una tecnología de carbonización de desechos humanos, con eliminación de todos los agentes patógenos, que permite crear carbón vegetal y producir biogás durante el proceso.

En el proyecto colabora también Mavuno Project, una ONG que trabaja sobre el terreno en Kagera con varios programas de desarrollo relacionados con el abastecimiento de agua, educación, sida, microcréditos, agricultura y producción de biogás para asegurar la autosuficiencia energética y su generación sin riesgos para la deforestación de la zona y la salud de las personas. Esto último se debe a la deficiente combustión del biogás que realizan en los hogares, lo que provoca problemas respiratorios e infecciones oculares.

El biogás servirá para suministrar energía a todo el proceso
En este caso, la tecnología empleada en CaSa elimina de los excrementos todos los patógenos susceptibles de provocar enfermedades y se asegura que en su posterior utilización como abono solo queden los nutrientes y el carbono vitales, según los investigadores, para frenar la erosión en esta área de Tanzania. Paralelamente al proceso de carbonización se producirá biogás en una planta diseñada también por los estudiantes, y que suministrará la energía a todo el proceso.

La tecnología ha pasado ya por diferentes fases de laboratorio y esperan ponerla en práctica en 2012 en Tanzania. Antes, entre julio y septiembre de este año, y tras la construcción por los alumnos del Departamento de Edafología de una planta piloto en un invernadero de Berlín, realizarán las últimas pruebas recreando al máximo las condiciones ambientales e incluso de acceso a la tecnología que tienen en Kagera, con el objetivo de que la réplica de CaSa en Tanzania no sufra contratiempos.

21 jun 2011 9:14 a. m.

Un equipo español busca ancestros humanos en Tanzania

El equipo hispano-tanzano del Proyecto Paleoantropológico y Paleoecológico de Olduvai ya ha comenzado a trabajar en la llamada 'cuna de la Humanidad'. Hace unos días que 20 científicos españoles aterrizaron en la famosa garganta, para continuar con la búsqueda de fósiles de hace dos millones de años, tanto de fauna como ancestros humanos.

Esta campaña, la sexta, cuyos miembros estrenan la Estación Emiliano Aguirre, aún sin terminar, está codirigida por Manuel Domínguez-Rodrigo, Henry Bunn, Audax Mbulla y Enrique Baquedano, y estará abierta hasta finales del mes de junio. En total, cuentan con 80 personas para intentar sacar el máximo provecho paleontológico de su estancia.

En esta ocasión, según explica desde Olduvai Baquedano, también director del Museo Arqueológico de Madrid, están trabajando en los yacimiento BK (donde el año pasado se encontraron tres fósiles de un 'Homo ergaster'), en SHK (un canal al que los 'ergaster' iban a hacer sus herramientas de piedra) y en el TK, donde se encuentran numerosos utensilios líticos de diferentes tecnologías con más de un millón de años, para sorpresa de los arqueólogos.

"Ademas estamos revisando la revision de la geología y la estratigrafía de la garganta de Olduvai y prospectándola en busca de nuevos yacimientos", explica Baquedano. "Por el momento no tenemos más restos de homínidos, pero probablemente los tendremos más adelante", asegura el arqueólogo en un mensaje enviado desde la garganta.

Estación Emiliano Aguirre

Por primera vez, las condiciones de vida de los investigadores han mejorado y han abandonado las tiendas de campaña para ocupar alguno de los edificios de la Estacion Emiliano Aguirre, ya construida a un 70%. El objetivo de que estuviera lista totalmente para la campaña se ha topado con la infinidad de retrasos burocráticos que supone en este país africano sacar adelante un proyecto de esta envergadura.

Cuando esté en marcha, la Estación será el primer centro de investigación europeo, e íntegramente español, en el lugar donde se encontraron los primeros restos de un 'Homo habilis', el primero de nuestro género humano.

En esta campaña, coordinada por el Instituto de Evolución en África (IDEA) de la Universidad de Alcalá, han colaborado por ministerios de Cultura, Asuntos Exteriores y Ciencia e Innovación, además de la Comunidad de Madrid, esta última a través de una subvención a la ONG Cives Mundi, que es quien financia la construcción de la sede dedicada a Emiliano Aguirre.

Vía El Mundo
Rosa Tristán

8 jun 2011 12:00 p. m.

31 may 2011 5:18 p. m.

El pastoreo tradicional y la caza furtiva amenazan la reserva de Masai Mara


Expoliada por la mano del hombre (y su fusil), la reserva keniana de Masai Mara se encuentra bajo mínimos. De animales, que no de dólares furtivos.
Según un estudio del «Journal of Zoology» -publicación especializada cuyo origen data de 1830- en las últimas tres décadas, la población de jirafas e impalas en la reserva se habría reducido en casi un 70 por cierto.
De igual modo, la explosión del pastoreo tradicional -que ha aumentado en casi un 1.100%- amenaza con acabar en los próximos años con especies como el búfalo o el perro salvaje. Sin embargo, la miseria humana no se limita al pasto ilegal.

Solo en la última década, más de 1.500 cazadores furtivos han sido detenidos en esta reserva, mientras que cerca de 17.000 trampas fueron eliminadas por los servicios de protección locales.

Un millón de euros al año

Como denuncia James Sindiyo, director del Consejo Regional para Narok (localidad en la que se enmarca el Parque), el auge de la caza furtiva en la región se debería, principalmente, al aumento del precio del marfil en el mercado asiático (solo en Kenia, este negocio mueve al año cerca de un millón de euros), así como el endurecimiento de las exportaciones de animales muertos en países como Zimbabue.

«El Gobierno keniano debe destinar un mayor presupuesto a la vigilancia y al seguimiento de los animales salvajes para poner fin a la caza furtiva. Si no se plantean medidas más estrictas, el futuro del Parque peligra», asegura Sindiyo.

Un apocalíptico panorama cuyo presente, en el caso del rinoceronte, no difiere demasiado. Desde la década de los 70 y hasta finales del siglo pasado, la población de estos ejemplares se ha reducido en Kenia en un 96% (el actual número apenas alcanza el millar). Sin embargo, organizaciones como la conservacionista WWF han comenzado una campaña para lograr que su número alcance los 20.000 en 2034.

¿El principal problema? El precio de sus cuernos. Más de 40.000 euros por kilogramo en el mercado negro. Y ante estos números, no hay política ecologista que valga.

Fuente: ABC
Foto: José Luis Ortega

5 may 2011 9:20 a. m.

Expedición a Tanzania 2011

El arqueólogo y naturalista barcelonés, Jordi Serrallonga ha presentado esta expedición en Barcelona y ha manifestado que el objetivo es “acercar al expedicionario no sólo a los lugares en los que trabajó el naturalista, sino también a sus pensamientos”.

Durante su intervención, el experto ha recordado que Rodríguez de la Fuente estudió al ser humano como a una especie más, “venciendo nuestro característico antropocentrismo para situar la génesis e Historia Natural de los humanos junto a las del resto de los seres vivos”.

“Aunque es una de sus facetas menos conocidas, Félix sintió una intensa atracción por el continente africano y concretamente por Tanzania, donde estudió, además de su fauna y sus paisajes, sus etnias y sus yacimientos arqueológicos”, ha añadido.

Los viajeros que acompañen al arqueólogo seguirán los itinerarios marcados por Rodríguez de la Fuente en los años 60, recorriendo las llanuras de la reserva privada de Sinya, donde revivirán las sensaciones de los primeros representantes del género Homo que hace dos millones de años colonizaron las sabanas del África Oriental.

Para entrar en contacto no sólo con la fauna local, sino también con la población, tal y como hizo Félix, el grupo visitará una manyatta o poblado maasai, donde bajo el consentimiento de sus miembros, serán espectadores de sus actividades y costumbres.

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